José Ramón Perán, director general del Centro Tecnológico CARTIF, ha explicado las claves que han conducido al éxito del Centro en el campo de la biotecnología aplicada a la bioeconomía durante su ponencia en el Foro de Bioeconomía de Cajamar. Su sexta edición, organizada en colaboración con CARTIF e ITACYL, aterriza en Valladolid para poner en valor su contribución en la actualidad al sector agroalimentario de Castilla y León.
Con una jornada compuesta por diversas ponencias de grandes investigadores y empresarios del sector de la agroalimentación, José Ramón Perán tuvo el honor de cerrar este ciclo y compartir escenario junto con Cristina Ramírez, directora de Vitartis, y Cristina León, jefa del Área de Innovación y Optimización de Procesos de ITACYL, en una mesa redonda final donde la gran protagonista fue la industria agroalimentaria, la sostenibilidad y la bioeconomía en Castilla y León. Además de destacar los puntos fuertes en esta materia, se expusieron las conclusiones generales obtenidas a lo largo de la mañana.
En el marco de la bioeconomía, José Ramón Perán detalló el trabajo de CARTIF en este campo de investigación. Con un fuerte arraigo a potenciar la sostenibilidad de estos procesos, destacó la actividad del Área de Agroalimentación y Procesos que centra sus esfuerzos en aumentar la eficiencia de los mismos y transferir este conocimiento a las empresas.
Los sectores de la I+D y las Administraciones cada vez son más conscientes del fuerte papel de la bioeconomía y de su tendencia al alza con el paso del tiempo. Para no dejar escapar esta ocasión y apostar por ello, lanzan programas de financiación a nivel regional, nacional e internacional.
El compromiso de CARTIF con la bioeconomía es notorio y sus múltiples proyectos, tanto a nivel nacional como internacional, lo demuestran. En el ámbito regional destacó los proyectos REPLACE, y su valorización de residuos plásticos de alimentación, DELOREAN, y su valorización de materiales residuales asociados al sector de la automoción, o MEATING PLANTS, y su papel en la integración de tecnologías para el desarrollo de productos a base de proteínas vegetales autóctonas con textura análoga a cárnicos. En el ámbito nacional destacan SUSTRATEC, para el desarrollo de sustratos tecnológicos con capacidad auto-fertilizante y de captación de contaminantes atmosféricos, o FERTINOVO, y su desarrollo de fertilizantes inteligentes mediante la reutilización de subproductos derivados de la actividad avícola. Por último, en el ámbito internacional son protagonistas los proyectos CO2SMOS, y su transformación de emisiones de CO2 biogénico, CATCO2NVERS, y su transformación de CO2 residual en productos químicos de valor añadido, o Life Algaecan, y su tratamiento de efluentes de procesado de frutas y verduras con microalgas, entre otros.
Durante la jornada, una veintena de investigadores y empresarios del sector han profundizado sobre las tecnologías de la bioeconomía circular y las ventajas que han originado tras su aplicación, tanto en la propia cadena alimentaria, como en otros sectores económicos.