El proyecto ALTERNFEED, liderado por ANFACO-CECOPESCA y que cuenta con la participación de entidades como el Centro Tecnológico CARTIF o la Fundación Biodiversidad (Ministerio para la Transición Ecológica), se encuentra en el ecuador de su ejecución.
El principal objetivo establecido para esta iniciativa es lograr una considerable reducción en el empleo de harina y aceite de pescado mediante la búsqueda de fuentes sostenibles para la formulación de piensos de acuicultura. Para ello, se está valorando la combinación de varias alternativas: harina de larvas de insectos (Acheta domesticus y Tenebrio molitor), microalgas (Isochrysis galbana, Nannochloropsis gaditana, Tisochrysis lutea y Rhodomonas lens) y las fracciones lipídica y proteica recuperadas del agua de cocción de los procesos de fabricación de conservas de atún.
La primera fase del proyecto, llevada a cabo por ANFACO-CECOPESCA, ha concluido con éxito, consiguiendo la optimización del cultivo y el secado en spray de las cuatro especies de microalgas, la optimización del proceso de centrifugación y concentración por membranas de ultrafiltración de aguas de cocción de atún con el fin de obtener dos fracciones, una lipídica y otra proteica, y la fabricación de harina de larvas de insectos utilizando para su producción diferentes subproductos vegetales.
Actualmente, está cerca de finalizar la fase en la cual CARTIF efectúa la caracterización de las materias primas obtenidas. Estas determinaciones permitirán tomar decisiones para la formulación de las dietas experimentales, teniendo en cuenta los requerimientos nutricionales de corvina y de trucha, especies objeto de estudio en este proyecto. Una vez formuladas las dietas, se procederá a la optimización del proceso de extrusión en la planta piloto de CARTIF, para la elaboración del pienso con el fin de obtener unas buenas propiedades, como son durabilidad o flotabilidad entre otras.
Con este proyecto, que termina en diciembre de este año y está cofinanciado por el FEMP a través del Programa Pleamar, se pretende ofrecer una solución sostenible a un problema actual en el sector acuícola como es la dependencia del aceite y la harina de pescado y la soja y el aceite de krill como ingredientes para la elaboración de piensos, lo cual, a largo plazo, puede derivar en graves repercusiones en el medio marino.