El centro tecnológico CARTIF ha inaugurado esta mañana una exposición en el Museo de la Ciencia de Valladolid – Fundación Municipal de Cultura con motivo de su 30 aniversario. Bajo el título “CARTIF, 30 años de hitos”, el centro pretende conmemorar cada uno de los pasos de su historia que le han llevado a convertirse en uno de los centros tecnológicos de referencia en I+D+i a nivel internacional.
José R. Perán González, director general de CARTIF, junto con Víctor Manuel Meléndez, concejal de Comercio, Mercados y Consumo del Ayuntamiento de Valladolid, e Inés Rodríguez Hidalgo, directora del Museo de la Ciencia, han sido los encargados de dar la bienvenida a la exposición. Asimismo, Sergio Sanz, subdirector general de CARTIF, se ha encargado de pilotar la visita explicando los hitos más significativos del centro a lo largo de su trayectoria.
Se trata de un espacio diseñado para repasar sus tres décadas de vida y resaltar los hallazgos más significativos en el mundo de la ciencia y la tecnología, sobre todo, en el ámbito local y regional. Estará compuesta por una serie de paneles resumen de dicha actividad y los desarrollos más punteros de cada época. Asimismo, se mostrarán vitrinas con algunos procesos tecnológicos destacados como Sacarino, el robot botones de un hotel, un andador inteligente, o alimentos extrusionados.
La exposición, ubicada en el vestíbulo del Museo, es de acceso gratuito y se podrá visitar hasta el 22 de septiembre de 2024.
Repaso por la historia del centro
El centro tecnológico ha querido plasmar algunos de los pasos más importantes que ha recorrido desde sus inicios hasta la actualidad. CARTIF comenzó en 1994 titulándose “Centro de Automatización, Robótica y Tecnologías de la Información y de la Fabricación” con un equipo de apenas 20 investigadores bajo la dirección del Catedrático D. José Ramón Perán González. Un proyecto que surgió en el seno del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad de Valladolid con el fin de transferir conocimiento a las empresas.
Tres décadas más tarde, su equipo ha aumentado a más de 200 personas desplegando sus conocimientos en casi todos los sectores económicos –energía, alimentación, industria, construcción e infraestructuras, salud y medio ambiente-. Gracias a toda la labor de su equipo investigador, ha logrado posicionarse como el primer centro tecnológico de Castilla y León, y segundo a nivel nacional, en la participación de proyectos financiados por el Programa Horizonte Europa, según los últimos datos de la Comisión Europea.
Repaso por sus hitos tecnológicos
Con el paso de los años, la actividad del equipo investigador se ha agrupado en tres verticales: la División de Agroalimentación y Procesos, la División de Energía, y la División de Sistemas Industriales y Digitales. A través de la exposición, se han resaltado algunos de los desarrollos tecnológicos más importantes dentro de cada campo a lo largo de este tiempo en paneles distribuidos por el vestíbulo del Museo.
Dentro de la División de Agroalimentación y Procesos se ha destacado el proyecto LIFE EQUINOX del 2009, que consistía en el diseño de un producto de aplicación en los firmes asfálticos que permitían reducir los óxidos de nitrógeno procedentes de los vehículos; el proyecto PRIMICIA en 2015, que se centraba en el desarrollo de nuevas estrategias nutricionales para llevar al mercado alimentos de alta eficacia en el control de la inflamación crónica; o el proyecto URBAN GreenUP en 2017, que desarrolló planes urbanos de renaturalización en varias ciudades europeas, entre las que se encontraba Valladolid.
Por otro lado, en la División de Energía se ha destacado la instalación de una marquesina fotovoltaica en el año 2000 en el Edificio de Usos Múltiples de Valladolid –actual Cúpula del Milenio- con dos surtidores de carga y preinstalación para cuatro; la colaboración en 2010 en la creación de la iniciativa SmartCity Valladolid y Palencia para fomentar la eficiencia energética y la movilidad sostenible; así como el análisis y el diagnóstico del Mercado del Val de Valladolid para su rehabilitación energética en 2013; o la movilidad sostenible en 2013 a través del proyecto REMOURBAN y la incorporación de dos autobuses eléctricos en la flota de Auvasa, la adquisición de dos vehículos eléctricos para el Ayuntamiento de Valladolid, o la mejora de la red de infraestructuras de recarga de la ciudad, entre otros.
Por último, de la División de Sistemas Industriales y Digitales se ha hablado de algunos puntos tan importantes como la colaboración en 1994 con Campofrío en el diseño y construcción de una célula robotizada flexible para el modelado automático de paletas y jamones deshuesados; de la restauración del reloj histórico de la Universidad de Valladolid en 2013; o del proyecto Aerosolfd y su apuesta por la mejora de la calidad del aire en zonas urbanas como consecuencia de las emisiones de partículas nocivas de transporte rodado, donde AUVASA-Valladolid cuenta con una de sus demos.