El próximo 24 de abril se celebrará en la sede de la Comisión Europea en Madrid la jornada final del proyecto LIFE BATTLE CO2, liderado por CARTIF, que ha logrado sustituir en torno al 80 % de los combustibles fósiles utilizados en el proceso de fabricación de la planta asfáltica por biomasa procedente de gestión forestal sostenible. El evento, en el que se detallarán los resultados finales de la iniciativa, pondrá el broche final a más de tres años de trabajo por reducir la huella de carbono en las mezclas asfálticas, aumentando así la sostenibilidad en un sector que está apostando por la innovación desde hace muchos años.
La pavimentación de carreteras con mezclas asfálticas requiere el uso de una fuente de calor que permita reducir la viscosidad del betún, de forma que el conjunto formado por áridos y ligante bituminoso tenga una manejabilidad adecuada. Tradicionalmente, se han utilizado plantas de fabricación en las que las fuentes de calor provienen de energías no renovables (fuel y gas), lo que implica una gran cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero.
El proyecto LIFE BATTLE CO2 se ha centrado en la demostración de la viabilidad técnica, medioambiental y económica de la incorporación de la biomasa, fuente energética renovable con gran potencial de crecimiento, como combustible alternativo en el proceso de fabricación de las mencionadas mezclas asfálticas. La iniciativa ha conseguido reducir las emisiones de CO2 en cerca de un 80% en planta y cerca de un 45% en su impacto global a lo largo de su ciclo de vida, desde la etapa de materias primas hasta su puesta en obra, logrando así una red de carreteras más sostenible.
Enmarcado en el programa europeo LIFE y con CARTIF a la cabeza, el proyecto cuenta con la participación de la empresa constructora COLLOSA, en cuyas instalaciones de Cubillas de Santa Marta (Valladolid) se ha realizado la implementación de los prototipos que permiten validar este nuevo modelo de operación, y el apoyo de la Plataforma Tecnológica Española de la Carretera.