Silver economy
Según una de las últimas proyecciones demográficas del Instituto Nacional de Estadística, en el año 2050 habrá 7,2 millones de personas más en el grupo mayores de 64 años que llegarán a representar el 37% del total de la población española. De hecho, el envejecimiento de la población es uno de los retos más importantes a los que nos enfrentaremos a lo largo de este siglo.
La Organización Mundial de la Salud define el envejecimiento activo como “el proceso en que se optimizan las oportunidades de salud, participación y seguridad a fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen”. De esta forma, el envejecimiento activo pretende mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen, favoreciendo sus oportunidades de desarrollo para una vida saludable, participativa y segura, haciendo sentirse útiles a las personas en esta etapa de la vida que puede entenderse como un ciclo más de crecimiento personal.
En CARTIF se están desarrollando soluciones para los centros sanitarios y asistenciales y para los usuarios finales
La Comisión Europea lanzó hace unos años la iniciativa EIP-AHA – the European Innovation Partnership on Active Health Ageing, donde el objetivo es incrementar, para el año 2020 y en promedio, dos años de vida saludable para los europeos mediante la mejora del estado de salud y la calidad de vida de los ciudadanos, especialmente los más mayores; mantener la sostenibilidad a largo plazo y la eficiencia de los sistemas de atención sanitaria y social; y mejorar la competitividad de la industria europea.
En este contexto, el concepto más reciente es el de la silver economy o economía plateada, que propone un planteamiento innovador y positivo donde se deja de percibir a la persona mayor como “un gasto insostenible para el sistema sanitario” y se plantea que estas personas son, en muchos casos, funcionalmente activas, muy útiles para la sociedad y que además están demandando una nueva gama de productos y servicios, dando origen a un nuevo nicho de mercado, con un potencial de crecimiento muy elevado.
La innovación en procesos, sistemas y productos para la tercera edad, abarca muchas de las áreas en las que CARTIF lleva años trabajando, como la arquitectura software, la mejora de las comunicaciones, la robótica social, la electrónica, los sensores inteligentes o la alimentación funcional.
Alimentación y tercera edad
Para la industria alimentaria -hasta hace poco muy centrada en la alimentación infantil y adulta– estos productos suponen no sólo un desafío, sino también una oportunidad. Los productores necesitan profundizar en el conocimiento de las características, necesidades y gustos de este grupo poblacional para adaptar su oferta a las mismas. Con este objetivo, en los últimos años se están llevando a cabo proyectos de investigación en los que no sólo se formulan productos nutricionalmente equilibrados, sino apetitosos y fáciles de consumir.
Una de nuestras líneas de investigación en el Área de Alimentación de CARTIF es precisamente ésta: la reformulación de productos en busca de perfiles nutricionales saludables (bajos en grasas, sin azúcar, sin sal, fuente de fibra) y características sensoriales óptimas (texturas gel, colores llamativos, sabores y olores intensos).
En los próximos años veremos cómo las estanterías de los supermercados se llenan de productos que buscan la atención de los “seniors”
La industria alimentaria no tiene líneas específicas para mayores, aunque eso no quiere decir que no desarrolle productos adaptados a sus necesidades. Hasta ahora la mayor parte de los lanzamientos al mercado de productos funcionales buscaban prevenir o paliar enfermedades crónicas1 asociadas al envejecimiento: problemas cardiovasculares (a través del control de los niveles de grasa, colesterol y de sodio), diabetes (productos sin azúcar), trastornos digestivos (enriquecidos en fibra, pre y probióticos) o desmineralización (con calcio, vitamina D, fósforo).
Robótica, visión artificial, comunicaciones y TICS
Los avances en el cuidado de personas enfermas, ancianas o con necesidades especiales conseguidos gracias a la robótica y la visión artificial son numerosos en los últimos años. En CARTIF se están desarrollando soluciones para los médicos y centros sanitarios y asistenciales, por un lado, y para los usuarios finales por otro.
Uno de los campos de actuación más amplios en este sentido, es el uso de la robótica social y asistencial en domicilios y centros sanitarios, mediante la integración de dispositivos orientados a pacientes dependientes y los robots asistentes para personal sanitario (AGVs, robots celadores).
Gracias a las interfaces multimodales avanzadas, se han creado avatares virtuales para entrenamiento y diagnosis de la neurocognición. Por otro lado, la aplicación de técnicas de visión artificial en 2D y 3D para la rehabilitación física y psíquica mediante reconocimiento de gestos corporales y faciales, han permitido que productos como Physiobot vayan por la tercera generación de desarrollo.
Para la comunidad médica existen herramientas de Soporte a la decisión (generación de alarmas, consejos, soporte al paciente o al cuidador). Estas técnicas también se pueden usar para el tratamiento de la imagen médica en 3D y para el entrenamiento médico (a través de realidad aumentada).
En el campo de las telecomunicaciones, sensores y sistemas embebidos y sistemas de comunicación (redes de sensores, M2M), además de diversas aplicaciones a la logística hospitalaria robotizada, desde el transporte de medicamentos, material o residuos hasta sistemas de localización y navegación (RFID, SLAM).
En definitiva, las posibilidades de negocio a partir de las muchas innovaciones que se proponen de aquí a diez años, son numerosas. Las tecnologías ya están dando resultados para su aplicación, y el avance en las líneas de investigación que se desarrollan por todo el mundo conseguirán que, en un futuro, las soluciones alcancen precios competitivos que permitan conseguir una sociedad más longeva y mejor gestionada.