Las obras del jardín biofiltro urbano de Valladolid han llegado a su fin y la plaza de Portugalete ya presume de los últimos avances de URBAN GreenUP en la capital. Esta nueva propuesta espera actuar como “chimenea” con el fin de limpiar el aire generado por los vehículos desde el interior del parking.
El objetivo de este jardín de 20 metros cuadrados es servir como filtro de contaminación gracias a sus cuatro capas (de la más profunda a la más superficial): una absorbente, una lana de oveja, otra de sustrato vegetal y la propia vegetación. A su vez, gracias a los medidores instalados en la misma se espera analizar los datos obtenidos y estudiar su efectividad.
A expensas de los resultados finales del jardín biofiltro urbano, el proyecto estudia implantarlo en otras zonas de la ciudad a fin de reducir la contaminación generada por el tráfico en la ciudad.
La fachada verde de El Corte Inglés, la marquesina vegetal de Plaza España, o las últimas obras de instalación de la barrera acústica vegetal del Paseo del Hospital Militar, han sido solo algunas de las acciones que ha llevado a cabo el proyecto URBAN GreenUP en Valladolid, proyecto liderado por CARTIF, para devolver la naturaleza a la ciudad.
La implantación de estas Soluciones Basadas en la Naturaleza (NBS) se han convertido en valiosas herramientas de mitigación climática que contribuyen al bienestar medioambiental de sus habitantes, y que sirven de claros ejemplos para otros núcleos urbanos.
Imagen vía: El Norte de Castilla · José C. Castillo